¿Qué unen a los países de Ecuador, Bolivia, las rutas argentinas, y un puerto de Europa? La respuesta parece compleja, pero su sencillez devengada del sentido común todo lo explica: la maldita cocaína. Esta trama que ya tiene a un sospechoso a disposición judicial salió a escena luego de un control vehicular que parecía rutinario. El rol clave de una perra antinarcóticos fue dirimente para detectar la maniobra de contrabando de estupefacientes, el verdadero olfato de la ley.
Según se informó oficialmente la Aduana descubrió más de 100 kilogramos de cocaína en un camión de bananas que se dirigía al Mercado Central. La droga proviene de Ecuador oculta en cargamentos de ese fruto, pero se cree que su destino final es el mercado europeo, según detallaron organismos vinculados al procedimiento de secuestro de la droga.
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En este marco el chofer de camión quedó detenido por orden de la Fiscalía Federal Descentralizada de Tartagal y el Juzgado Federal de la misma ciudad. Por su participación en esta empresa criminal puede afrontar una condena de hasta 12 años de prisión
Agentes especializados de la Dirección General de Aduanas detectaron 105,08 kg de cocaína ocultos en un camión que había ingresado al país desde Bolivia. La droga, cuyo valor estimado asciende a $386.169.000, estaba oculta en el acoplado de un vehículo que traía una carga de plátanos ecuatorianos. Por el momento la investigación se centra principalmente sobre la empresa de transporte.
El organismo está controlando especialmente las importaciones de bananas, ya que —gracias a intercambios de información con otras aduanas del mundo— ha tomado conocimiento de que cocaína de origen ecuatoriano está ingresando al mercado europeo oculta en cargamentos de esa mercadería. Por ello, todos los camiones que llevan la mencionada fruta son controlados al ingresar al territorio argentino, sobre todo si la mercadería viene de países productores de cocaína.
El camión en cuestión se presentó en el Paso Internacional Salvador Mazza – Yacuiba con intenciones de dirigirse a la Ciudad de Buenos Aires específicamente, al Mercado Central. En el marco de la política de la Aduana con respecto a las importaciones de bananas, los agentes allí presentes le indicaron al chofer que el rodado sería escaneado. En efecto, el operador del escáner detectó imágenes de una densidad extraña, por lo cual procedieron a una revisión exhaustiva. El camión fue descargado totalmente y tanto la mercadería como el vehículo fueron inspeccionados por un binomio conformado por guía y can aduanero.
Precisamente, al pasar por el acoplado, la perra Luli exhibió conductas compatibles con la presencia de narcóticos o divisas monetarias. Una verdadera “sabuesa” aduanera. En ese marco, los funcionarios retiraron el perno de arrastre que engancha el semirremolque al camión: allí en el hueco había nada menos que 105 paquetes amarillos de cerca de 1 kg cada uno. Muestras extraídas de dos paquetes al azar arrojaron resultado positivo en un test de cocaína. Los verdaderos “sabuesos” de la AFIP se entrenan en una escuela de Boulogne, en la provincia de Buenos Aires. Allí funciona el centro K9 de la Aduana donde los canes realizan ejercicios y reciben atención veterinaria, mientras que se capacitan con sus instructores.
La Aduana alertó a la justicia e intervinieron la Fiscalía Federal descentralizada de Tartagal y el Juzgado Federal de Tartagal. Las autoridades judiciales dispusieron el secuestro de la droga encontrada y la detención del chofer del camión. En los términos del artículo 866 del Código Aduanero, podrían caber penas de hasta 12 años de prisión.
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EN AUTO TAMBIÉN
El camión no es el único medio de transporte terrestre por el que se trafican estupefacientes. Más de 32 kilos de cocaína, los cuales se hallaban ocultos en el interior del sistema de calefacción de un automóvil, fueron secuestrados por efectivos de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) también en la provincia de Salta y una persona quedó detenida, informaron fuentes de la fuerza.
El procedimiento fue realizado por efectivos de la Sección “Cafayate”, dependiente del Escuadrón 45 “Salta” de GNA, quienes patrullaban la ruta nacional (RN) 68 cuando observaron un auto modelo Ford Focus estacionado en la banquina, a la altura del kilómetro 22. En ese marco se acercaron a fines de realizar un control de rutina.
Al momento de la requisa del interior del rodado, los gendarmes observaron que, en los ductos de aire acondicionado en el sector del torpedo, había una manguera que no era compatible con el rodado. Ante esta situación le solicitaron al conductor que encendiera la calefacción y, tras ello, descubrieron que no funcionaba, hacía ruido y no expedía aire.
En esas circunstancias, los gendarmes procedieron a realizar una requisa minuciosa que resultó en el hallazgo de 33 paquetes con una sustancia blancuzca acondicionados detrás de una tapa de metal existente en el torpedo del habitáculo.
Según los voceros, personal de la fuerza sometió la sustancia a las pruebas de campo Narcotest, las cuales arrojaron resultado positivo para clorhidrato de cocaína, con un peso total de 32 kilos 590 gramos.
El magistrado interviniente dispuso la detención del ciudadano involucrado, el decomiso de la droga, así como de 59.000 pesos en efectivo hallados en el lugar, y elementos de interés para la causa en infracción a la Ley 23.737 de “Estupefacientes”.
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