Hoy comenzó el lock out propuesto por la Mesa de Enlace para rechazar la medida de cierre a la exportación de carne y se avizora un nuevo choque entre el Gobierno Nacional y gran parte del campo. Los delegados de las principales organizaciones agrarias comparan la decisión con la 125 (que aumentó las retenciones en 2008) y se preparan para un largo conflicto.
“Lamentamos tener que llegar a esto, es una medida que a nadie le gusta pero no nos han escuchado. En vez de cerrar, tienen que fomentar una mayor producción”, afirmó Jorge Chemes, titular de Confederaciones Rurales (CRA) y miembro de la Mesa de Enlace, en una de las primeras declaraciones públicas.
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El malestar con el gobierno de Alberto Fernández comenzó temprano en su gestión luego de la intervención por parte del estado en Vicentin, lo que provocó marchas en muchas ciudades del país. En ese momento y con la pandemia que comenzaba, el Presidente dio marcha atrás con la medida y generó un fuerte desgaste en su gestión.
Carlos Iannizzotto, titular de Coninagro y un productor que promueve el diálogo con el Gobierno, opinó que “no hay plan económico ni de producción, es como que a Corea no le permitan exportar celulares y a Japón, autos”. Además, afirmó que el problema de precios y la inflación es “el problema de la macro”.
¿Cómo es la exportación de carne en la Argentina?
El sector agroganadero argentino se ubica quinto a nivel mundial en exportaciones de carne bovina detrás de Brasil, Australia, India y Estados Unidos tras un un repunte en los últimos años. La fuerte caída en la producción de cabezas de ganado entre 2006 y 2015 luego de las restricciones que se aplicaron en la venta internacional durante el gobierno de Néstor Kirchner llevó al país a ubicarse en el puesto 13.
Actualmente, la carne aporta más de $3 mil millones a la economía argentina y es el tercer producto que más volumen exporta tras la soja y el maíz, según datos que aporta FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina) en el informe Monitor de exportaciones agroindustriales que corresponde al año 2020.
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El país que mayor cantidad de toneladas de carne argentina adquiere es China con el 57% del total de las exportaciones. Sobre el total de producción, las ventas al exterior representan un 30% del total, por lo que el restante 70% se vuelca al mercado local y es a donde apunta el Gobierno para bajar los precios de la carne en los supermercados y carnicerías.
Los especialistas afirman que mucho de lo que se exporta no son consumos similares a los argentinos porque las formas de ingerir la carne en otros países es muy distinta. No se venden cortes premium en su mayoría, sino que los principales volúmenes se utilizan para producción industrial de otros alimentos.
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En 2006 el gobierno decidió comenzar con las trabas a la exportación de carne bovina por el aumento de precios del sector en el mercado interno, una situación similar a la actual pero con el consumo de carne en alza. En la actualidad, es el más bajo desde que se tiene registro.
“La medida del Gno (Gobierno) de restringir las exportaciones es un deja vu al 2006, confunde al mundo y al productor. Es un retroceso que no soluciona el problema de fondo que es el acceso a los alimentos. Urge que el Estado frene su voracidad impositiva que es gran parte del costo de alimentos”, afirmó en su Twitter Jorge Chemes de la CRA.
Durante los dos mandatos de Cristina Fernández en la presidencia, las cabezas de ganado vacuno cayeron hasta un piso en 2011, con una curva descendente que comenzó tras la crisis con el campo en 2008.
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Ante la decisión del Gobierno, se desincentivó la producción de carne, comenzaron a venderse para faena las vacas que funcionaban de vientres y se redujo el número del stock. Esto derivó en una baja del precio inicial en las carnicerías pero ante la falta de producto, el valor retomó su alza y creció por encima de la inflación anual de esos años.
“El temor del sector agropecuario es que este nuevo registro funcione como los ROE (Registro de Operaciones de Exportación) que en la práctica funcionaron como una cuotificación de las exportaciones de carne, dañando la demanda y el mercado, lo que se tradujo en bajas de precios y reducción del stock y la producción”, aseguró FADA en su último informe.
