Una vez más, el dólar blue sube, y parece no tener techo. Su cotización en las cuevas del microcentro porteño es de $ 301 por unidad para la venta, lo que marca un ascenso de $10 con respecto a su precio en el día de ayer, con lo que la brecha con el tipo de cambio oficial mayorista se amplía a un 132,3%.
De este modo el dólar informal renueva su tope nominal histórico, al superar los $295 que había marcado durante el último viernes. Y desde que el Gobierno sancionó nuevas medidas sobre el dólar oficial, en este caso sobre el denominado dólar turista el miércoles pasado, al encarecerlo un 10% el dólar paralelo acumula un avance de $17.
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Para aportar un análisis al respecto, #BORDER conversó con el economista Nicolás Gadano, ex gerente del Banco Central durante el gobierno de Juntos por el Cambio, y autor del libro de ensayo Historia del petróleo en Argentina (2006) y la novela La caja Topper (2019).
De entrada, Gadano analizó el contexto de esta alza. “La llegada de los dólares paralelos, como el dólar blue, y también las cotizaciones libres del contado con liquidación y el MEP, que actúan como cotizaciones con algunas restricciones pero básicamente libres, funcionan como síntoma de la fragilidad de una situación económica y política que no se resolvió con la salida de (Martín) Guzmán”, afirmó. “Creo que más bien es al revés: las cosas van muy mal y el gobierno no encuentra la forma anticiparse a los hechos, organizar un programa e intentar contener la situación, primero desde el punto de vista de la coordinación política y luego que eso se traduzca en el soporte de una política económica”, dijo el economista.
El análisis que hace sobre el mercado es clarísimo: “El mercado cambiario está totalmente desequilibrado: la brecha refleja eso. El gobierno sostiene un tipo de cambio oficial muy retrasado, que acumula retrasos con respecto a la inflación. Con estas brechas, naturalmente, nadie quiere vender a ese tipo de cambio oficial, y todos quieren comprar”, señaló. “Si el gobierno, como ya hizo, restringe el acceso de los importadores a ese mercado, ese desequilibrio se manifiesta en las cotizaciones de los mercados restantes”.
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Gadano se refirió también al exceso de pesos debido al descontrol de la emisión monetaria: “Hay un panorama muy incierto al respecto de la emisión, porque sobran los pesos. Entonces, el gobierno sigue financiándose con pesos del Banco Central que ya no sólo van a cubrir el déficit fiscal (la parte del gasto que no puede cubrir con los impuestos) sino también, ahora, el Banco Central pareciera que va a garantizar con la emisión del dinero los problemas que pueda tener el Tesoro para renovar su deuda en pesos”.
El final es abierto, y las perspectivas parecen no ser alentadoras Según Gadano, “Hablamos de una perspectiva de emisión monetaria sin respaldo muy grande en un contexto político y económico muy frágil y, frente a eso, como tantas veces, el refugio es el dólar y los activos dolarizados. Otra manifestación de este exceso de pesos es esta especie de recalentamiento de la economía en algunos segmentos porque la gente, cuando empieza a huir del dinero, no solamente compra dólares sino que también compra cosas para no tener esa plata en el bolsillo”. “Más allá de lo simbólico, cruzar la barrera de los 300 pesos es un síntoma, y es como estar con 40 grados de fiebre. Es muy peligroso, y espero que el gobierno pueda contenerlo a la brevedad”, finalizó el economista.
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