En medio de un devastador conflicto civil, Sudán sufrió la muerte de al menos 60 bebés y niños que se encontraban en el orfanato más importante del país africano. Los menores se encontraban en condiciones infrahumanas dentro del edificio ubicado en la capital, Jartum. Debido a estas circunstancias, la cifra se incrementó en las últimas semanas y no se detiene.
Tan solo en la última semana, alrededor de 26 niños y niñas han fallecido como consecuencia de la falta de alimentos y fiebre. Los colaboradores que trabajan en la institución intentan contar lo que sucede y advierten que más vidas podrían perderse si esto sigue así. Para esto piden la evacuación inmediata de todos los menores de la ciudad.
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El conflicto, la violencia y las hostilidades son moneda corriente en esa región debido al enfrentamiento entre las facciones armadas de dos generales: Abdel Fattah al-Burhan, líder de la junta militar que gobierna el país de facto, y Mohamed Hamdan Dagalo, denominado el «señor de la guerra» que conduce a las Fuerzas de Apoyo Rápido en pos de tomar el poder.
Según las Naciones Unidas, unos 730 civiles han perdido la vida y más de 1,3 millones de personas se han desplazado internamente en Sudán o hacia países vecinos desde que explotó el conflicto en su mayor expresión. Aunque ambos se disputan el control de Sudán desde el 2019, cuando derrocaron la dictadura de 30 años de Omar al-Bashir, la guerra escaló a puntos inimaginables desde hace algunos meses.
Según detallaron medios como RTVE, las principales causas de muerte en el orfanato de Sudán son la desnutrición, la deshidratación y las infecciones. La mayoría de los fallecidos son recién nacidos y niños menores de un año, quienes están más vulnerables a esta situación.
El doctor Abeer Abdullah relató escenas aterradoras y dolorosas de los menores que siguen falleciendo durante estas semanas por falta de cuidadores y alimentos: «Necesitaban ser alimentados cada tres horas, pero no había nadie allí», explica. Y agregó: «Tratamos de administrar terapia intravenosa, pero en la mayoría de los casos no pudimos ayudar a los niños».
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La situación en Sudán es crítica, ya que el país es uno de los más pobres del mundo, con una infraestructura de atención médica sobrecargada. Antes del conflicto, casi 16 millones de personas necesitaban asistencia humanitaria, una cifra que ha aumentado a 25 millones en el último tiempo. Más del 66% de los hospitales en zonas de combate están fuera de servicio, según la Organización Mundial de la Salud.
El orfanato de Mygoma, uno de los más grandes del país africano, hospeda a 400 niños menores de cinco años en espacios reducidos. En los últimos años, las autoridades y empleados del instituto debieron enfrentarse a problemas de higiene, la falta de personal y la escasez de fondos para poder cuidar a los niños. Ahora, en una peor situación, solicitan a la comunidad internacional tomar medidas urgentes para garantizar la protección y el bienestar de los niños y prestar mayor asistencia humanitaria.
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