Se encendieron todas las alarmas en Europa después de que Vladimir Putin llamara a una «movilización parcial» e inmediata de la población rusa. Esto involucra a más de 300 mil reservistas que serán llevados a diferentes puntos estratégicos de la invasión.
«Estas no son personas que nunca han oído hablar del ejército. Estos son los que han servido, tienen una especialidad de registro militar y han tenido experiencia militar», explicó el Ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú.
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Por otro lado, Shoigú aseguró que ningún recluta que cumpla el servicio obligatorio será enviado a zona de guerra o «zona de operación militar especial», como lo llaman desde el Kremlin: «No se trata de ninguna movilización de estudiantes universitarios y no habrá ninguna de este tipo bajo circunstancia alguna. Nadie los llamará”, insistió.
Esta movilización de tropas se contradice directamente con la promesa que había hecho Vladimir Putin al principio de la invasión sobre no trasladar más reservistas a frentes de guerra. La medida es claramente de desesperación y, sea cual sea el objetivo final de Putin, se está retrasando más de lo que esperaba. Los reservistas parecen ser un segundo -o tercer- aire para las fuerzas rusas que intentan invadir de forma efectiva desde hace siete meses las tierras ucranianas topándose con una férrea defensa con base en Kiev.
«Con el fin de proteger nuestra patria, su soberanía e integridad territorial, para garantizar la seguridad de nuestro pueblo y de los pueblos en los territorios liberados, considero necesario apoyar la propuesta del Ministerio de la Defensa y del Estado Mayor General de realizar movilización en la Federación Rusa», afirmó el líder desde Moscú.
«Después de que el régimen de Kyiv (Kiev) rechazó públicamente una solución pacífica al problema de Donbás hoy anunció su reclamo de armas nucleares. Quedó absolutamente claro que una nueva próxima ofensiva a gran escala en Donbás, como ya había sucedido dos veces antes, era inevitable», expresó Putin con un planteo que hace escalar la tensión por una potencial guerra nuclear, donde también aseguró que los países occidentales «buscan destruir a Rusia».
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Según pudo conocer la CNN, el ejército de Rusia «enfrenta una escasez significativa de personal militar», lo que pone en aprietos a sus autoridades quienes ya plantean poner en marcha la modificación de una ley que endurecerá el servicio militar.
RUSIA AVANZA SOBRE LA INDEPENDENCIA DE REGIONES UCRANIANAS
Ante la contraofensiva de las fuerzas militares ucranianas contra el ejército ruso, Putin y los líderes prorrusos de las regiones ucranianas ocupadas desde el comienzo de la invasión intentan poner en acción las consultas populares. Estas buscan la independencia de los territorios de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, para una posterior anexión por parte de la Federación Rusa, así como lo hizo con Crimea en el 2014.
Las zonas que son controladas por administraciones prorrusas y cuentan con el apoyo del Kremlin desde hace tiempo, celebrarán un referéndum que comenzará este fin de semana y tendrá fin 4 días después. La votación venía siendo pospuesta en reiteradas ocasiones por los fuertes enfrentamientos, pero ahora se realiza de forma apresurada tras el avance ucraniano con el objetivo de recuperar los territorios perdidos desde marzo.
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