La violencia en Rosario no da tregua. Tras la amenaza a la familia de Lionel Messi que puso en alerta a todos los dirigentes políticos, nuevamente la ciudad santafesina sufrió otro violento ataque, esta vez con una víctima faltal. Durante las últimas horas del sábado, un hombre disparó a un grupo de personas que se encontraban al frente de una vivienda ubicada en María de los Ángeles al 1500, en la zona de Cabal y San José, del barrio Empalme Graneros, en el Noroeste de Rosario. Entre los presentes se encontraban cuatro menores de edad, uno de ellos perdió la vida al instante tras ser alcanzado por una bala de las balas que ingresó por la espalda. Los otros tres permanecen en el hospital y ya fueron intervenidos quirúrgicamente.
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Según indicaron fuentes policiales, el agresor aún no fue identificado y pudo darse a la fuga por los techos de la viviendas tras el llamado al 911 de lo vecinos. No obstante, dejó a su paso las armas con las que asesinó al menor identificado como Máximo Jeres. El arma abandonada en la huida se trata de una pistola con enumeración suprimida calibre 40 marca Tanfoglio, intervenida de manera casera para darle aspecto «tipo metra».
En cuanto al atacante, un testigo afirma que vio al hombre llegar e irse solo, aunque aún no se destaca que haya un segundo implicado que lo esperó en un vehículo en las cercanías.
Los otros tres niños afectados son dos varones de 13 años heridos de gravedad en el pecho y rostro, y una infante de 2 años fue impactada por una bala en el brazo. El estado de salud de las tres víctima es reservado.
La investigación quedó al mando del fiscal de la Unidad Fiscal Especial de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, quien ordenó la realización de pericias fotográficas, balística, planimetría y laboratorio a la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y a la División Científica Forense Rosario. Además del relevamiento de cámaras de seguridad de la zona y el testimonio de los vecinos.
Horas más tarde del asesinato de Máximo, la policía fue alertada sobre otro hecho de inseguridad que terminó con otra víctima fatal. Se trata de Jonathan Suárez, un hombre de 24 años que fue golpeado y baleado por varios hombres que bajaron de un auto y huyeron. En las calles Campbell y Cisneros se halló una vaina de calibre 9 milímetros.
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Desde la amenaza narco y la balacera frente al supermercado que pertenece a la familia Rocuzzo, ya se registraron más de cinco crímenes en la ciudad santafesina.
«NO PODEMOS VIVIR ASÍ»
La tía de Máximo, Antonia Jeres, habló del hecho en Radio con Vos y reclamó a las autoridades de Rosario por más seguridad.
«No podemos vivir así, los chicos son inocentes y ahora estoy yendo al club a recibir el cuerpo de mi sobrino», inició la tía de la víctima. «Estamos todos destrozados, son chicos sanos; él había jugado al fútbol, terminó a las 18, y pasó lo que pasó; estamos tan cansados de que nos roben. Me lo mataron; el barrio está de luto, están todos enojados», se lamentó.
En ese contexto, Antonia afirmó que los vecinos, incluso algunos policías, ya saben quienes son los delincuentes, pero que nadie acciona contra ellos: «Lo único que pido es que se haga justicia y todos saben quienes son los que venden las drogas, se adueñan de las casas y se desparraman», concluyó.
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