Este lunes, en medio de la cumbre del G7, el presidente Alberto Fernández se reunió con el primer ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, en la que hablaron sobre la soberanía de las Islas Malvinas y otros temas de interés en agenda. El mandatario argentino renovó el reclamo de las islas, a pesar de que el británico rechaza cualquier tipo de negociación.
Según pudo saber infobae, la reunión fue organizada por el mandatario británico, quien comentó al presidente argentino la posibilidad de llevar nuevas inversiones a la Argentina para la compra de granos, teniendo en cuenta la crisis de alimentos alrededor del mundo como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania.
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En conferencia de prensa, Alberto Fernández se pronunció sobre su encuentro con Johnson, a quien confirmó que le dijo que “no hay manera de avanzar en la relación si no se avanza en la discusión de la soberanía”. Y agregó: “Espero que ellos reaccionen y cambien la manera de tratar estos asuntos”.
Por otro lado, con respecto a los discursos que extendió el presidente en la sala del G7, Alberto Fernández propuso que “levanten las barreras proteccionistas para la venta global de alimentos” y llamó a la paz para terminar con la invasión al pueblo ucraniano. Además, exigió un nuevo orden mundial para terminar con la pobreza. “Esta guerra parece ser el prolegómeno de una hambruna que puede afectar a 300 millones de habitantes, no podemos mirar al costado”, aseveró.
LA PRESENTACIÓN ALBERTO FERNÁNDEZ EN EL G7
El presidente Alberto Fernández mantuvo una línea discursiva que ya habíamos oído en presentaciones por Europa y otros encuentros internacionales. En principio, recorrió las problemáticas que trae la guerra actual en el viejo continente y llamó a formar un nuevo modelo internacional que no afecte en mayor medida a los países con renta media-baja. También mencionó, e hizo hincapié, en la crisis ambiental que padece el planeta.
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“La guerra que nos ocupa es una tragedia. Los flujos comerciales y la logística, ya seriamente dañados durante la pandemia, llegaron a un punto crítico. Los mares están militarizados. La guerra promueve el gasto en armamentos en detrimento de la inversión en proteínas, salud o educación que tanto necesita la humanidad”, insistió el mandatario.
“En América Latina y el Caribe no soñamos con un nuevo Plan Marshall. Nunca tuvimos uno. Pero soñamos con un nuevo orden internacional donde los esfuerzos se equilibren y las ventajas se distribuyan con criterios de equidad. Soñamos con no ser discriminados por el mundo central y condenados a la marginalidad y al olvido”, siguió antes de finalizar su paso como orador.
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